Estos pueden ser algunos de los contaminantes de tu combustible, los cuales pueden afectar el rendimiento de tu motor, por lo cual te mencionamos algunos de los más comunes para ayudarte a prevenir daños.
Contaminación del agua
El agua puede ingresar al sistema de combustible a través de diversos medios, como condensación, fugas o almacenamiento inadecuado. Cuando el agua se mezcla con el combustible del diésel, puede provocar una variedad de problemas.
En primer lugar, el agua puede causar corrosión dentro del sistema de combustible. La presencia de agua puede provocar la oxidación de los componentes metálicos, lo que puede provocar daños a los inyectores de combustible, las bombas y otras partes vitales del motor. Además, el agua puede alterar el proceso de combustión, lo que provoca una disminución de la eficiencia del combustible y un aumento de las emisiones de escape.
Para combatir la contaminación del agua, los filtros de combustible Diesel están equipados con filtros separadores de agua. Estos filtros están diseñados para separar el agua del combustible y garantizar que solo ingrese diésel limpio al motor. El mantenimiento y la inspección regulares de estos filtros son cruciales para prevenir problemas relacionados con el agua y mantener el rendimiento óptimo de su motor diésel.
Sedimentos y partículas
Los sedimentos y las partículas pueden provocar bloqueos en el sistema de combustible, lo que provoca una reducción del flujo de combustible y una disminución del rendimiento del motor. La acumulación de estos contaminantes puede obstruir los inyectores de combustible, lo que resulta en una mala atomización y combustión del combustible. Esto puede provocar una disminución de la potencia, un mayor consumo de combustible e incluso fallos de encendido del motor.
Para evitar que sedimentos y partículas lleguen al motor, se emplean filtros de combustible diésel, específicamente filtros giratorios y filtros en línea. Estos filtros están diseñados para atrapar y eliminar partículas sólidas, asegurando que solo llegue combustible limpio a la cámara de combustión. Reemplazar regularmente estos filtros es crucial para mantener la eficiencia y el rendimiento de su motor diésel.
Contaminación microbiana
La contaminación microbiana, a menudo denominada algas o bacterias del combustible diésel, es otra preocupación importante para los usuarios de combustible diésel. Microbios como bacterias, hongos y levaduras pueden prosperar en presencia de agua y nutrientes que se encuentran en el combustible diésel. Estos microorganismos pueden formar colonias y crear una sustancia viscosa conocida como algas del combustible diésel.
La contaminación microbiana puede provocar diversos problemas dentro del sistema de combustible. La sustancia viscosa creada por estos microorganismos puede obstruir los filtros de combustible, los inyectores y las líneas de combustible. Esto puede resultar en una reducción del flujo de combustible, una disminución del rendimiento del motor y, en última instancia, una falla del motor. Además, los subproductos del crecimiento microbiano pueden contribuir a la degradación del combustible, lo que lleva a la formación de ácidos y lodos.
Para combatir la contaminación microbiana, los filtros de combustible diésel están equipados con filtros especializados conocidos como filtros microbianos o filtros biocidas. Estos filtros están diseñados para atrapar y eliminar los microorganismos del combustible, evitando su crecimiento y posteriores daños al motor. El mantenimiento regular y el uso de biocidas pueden ayudar a mitigar el riesgo de contaminación microbiana y garantizar el buen funcionamiento de su motor diésel.
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